miércoles, 4 de marzo de 2009

¿Tan invisible soy?

Esto ya es increíble. Si cuando escribí mi teoría del espía innato decía que amainó un poco y que ahora no era tan radical, he de decir ahora que esto es una pasada. Soy invisible, nadie quiere hablar conmigo, le hablo a la gente en el messenger y o no me contestan o a penas hablan conmigo. En casa estoy incomprendido.

Me tengo que resignar a la soledad, luego si encuentro a la persona con la que debo estar mejor, pero de momento he de resignarme a esto de estar solo y no ser nadie.

FDO: Nadie

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